A finales del silgo XIX, la necesidad de comunicar mensajes cortos y el elevado coste del franqueo, llevaron al economista y profesor  Emanuel Herrmmann,  a enviar trozos de papel sin sobre, pero franqueados y con un mensaje. Todos los trozos de papel franqueados llegaron a su destino.

El 26 de enero de 1869, publicó un artículo en el periódico austriaco Neve Freie Presse titulado «Acerca de un nuevo medio de correspondencia postal», proponiendo la emisión de tarjetas tamaño sobre para el envío con un mensaje escrito no superior a veinte palabras, incuidas la dirección y la firma del remitente.

El director general de correos de Austria-Hungria, Vicenz Baron May Von Vevanovic, puso en marcha la idea y en septiembre de ese mismo año, «la tarjeta de correspondencia» se introdujo oficialmente en Austria por orden ministerial.

Desde el 1 de  octubre de 1869, la oficina general de correos de Austria debía emitir tarjetas postales para mensajes breves, eliminando el máximo de 20 palabras, que debía ser entregados en cualquier lugar dentro del estado Austro-Húngaro, sin importar la distancia. El frente de la tarjeta mostraba la dirección y el águila bicéfala de Austria o el escudo de armas Húngaro y la parte posterior estaba destinada al mensaje.

La aceptación del público fué inmediata y solo en el primer año, el imperio Austro-Húngaro distribuyó a través del servicio postal 50 millones de tarjetas.

La novedad propuesta por Herrmann obtuvo una gran acogida en el extranjero y el 12 de diciembre de 1869 se publicó en el periódico británico Society of Arts Journal el siguiente artículo:

«El gobierno austriaco ha introducido una novedad en el franqueo, que podria introducirse con gran beneficio en todos los paises. El objetivo es permitir que todas las personas  envíen con el menor problema posible, mensajes de poca importancia sin la dificultad de obtener papel, lápiz y sobre. Se venden tarjetas de tamaño fijo en todas las oficinas de correos por dos kreutzers. Un lado para la dirección y el otro para el mensaje, que puede escribirse con tinta o con cualquier tipo de lápiz. Se arroja a la caja y se entrega sin sobre. Una publicación de medio penique de este tipo, sin duda sería muy conveniente, especialmente en las grandes ciudades y un hombre de negocios las encontraría muy útiles».

Siguiendo el ejemplo austriaco, Gran Bretaña, la Federación del Norte de Alemania y los estados de Württemberg y Baden introdujeron las postales en 1870. Un año después les siguieron Suiza, Luxemburgo, Bélgica, Paises Bajos, Dinamarca y Canadá. Entre 1871 y 1874 Rumanía, Rusia, Paises escandinavos, España, Japón, Italia, Chile y Francia.

La tarjeta Postal tuvo un amplio uso con ocasión de la guerra Franco-Prusiana de 1870-71 como un método de comunicación entre las unidades militares en el campo de batalla, donde escaseaban papeles y sobres para escribir de la manera tradicional.

 

Fuente: wikipedia.org

 

 

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